…llueve, solo son golpes en el techo y la ventana, y es que si es cierto que la noche es para los amantes y los días para los mortales, hay noches nubladas y tormentosas como esta, esas son para mí, solo para mí, aunque desearía que fueran de los dos…
La tripulación de mi mente ha abortado la misión, me han dicho que ese barco que zarpo sin destino hace un par de semanas se ha averiado aun mas, el combustible ahí está, pero el motor sin más se alejó.
Me he quedado sin metáforas que escupir, por que el fino velo que está cubriendo a mis sentimientos desea ser violado sin explicación, porque no necesita razones para ser despistado de su lugar de protección para dejar ver lo que oculte ahí. Solo hace falta tu bella mirada para que todo este descubierto.
Ahora la sinceridad de mis versos y pureza de cada trazo, anhelan estar en tu corazón. Y es que no sabes la tortura de no tener confianza en nadie más, sentirte solo en la muchedumbre, esa maldita desesperación de querer gritar los dolores que aquejan mi cabeza y peor aún no poder contarte, aunque sea un poco, lo que mi corazón fabrica en sus ratos de ocio. Solo quisiera poder hablar contigo.
No puedo ya evitar buscar novedades acerca de ti, que me digan donde estas o a donde iras. Quisiera dejar de querer perseguir tus pasos o intentar olvidar el deseo de escuchar tu sombra. Y es que cuando caminas entre los cuartos de mi mente, esas puertas que atraviesas sin oposición alguna conducen hacia la calidez de mi alma. Pero todo es tan triste y desolado, tan lleno y vacio. Esto se vuelve cada día más complejo y menos posible. Entre tus risas pierdo la cordura y esto me causa la ruptura de cada ilusión que se ha metido en mí.
Aunque lo quisiera evitar, no me puedo quedar a vivir en la punta de tu corazón. No quiero ser el telón marchito que protege tu querer. Quisiera estar adentro, en esa nocturna infinidad, gritando a tu lado y que en el cielo se volviera a perder un te quiero.
Esa vieja tripulación ha seguido mi última orden, nadar entre las mareas obscuras, entre olas profundas y soportar el peso de cargar de mil agujas en el pecho. Y ahora junto a ellos me iré al viaje como todo buen capitán. Llegaremos hasta aguas frías a congelar todo ese cariño que sin remedio te tengo. ¿Qué si dolerá? Sera como perforar y desollar cada parte de mi cuerpo. Pero lo hare solo para ti, para olvidar que tal vez, en algún planeta lejano, yo te hubiera amado.
Y seré frio, calculador, un perro ladrando al destino. Seré esa bestia que te proteja sin necesidad de razón. Pero nunca olvidare dejar el corazón en el congelador. Voy a ser para ti sin necesidad de que estés ahí para mí. Sellare la promesa cortando mi dedo con el filo de una estrella, derramando tinta en vez de sangre. Solo pido a cambio un poco de compasión.
… Sigue la lluvia fuera, pero el verdadero diluvio esta aquí dentro…
Poeta Malherido
como que cronica 2.. y la 1?
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