"Tus acciones nunca podran tener una segunda vez"
La brisa de una pequeña lluvia caía sobre mis mejillas; al
mismo tiempo de que era tranquilizante era un poco desesperante; en el cielo
algo nublado la enorme luna apenas se veía translucida por las leves nubes que
había.
Frente de mi la puerta de una casa rustica, hecha de madera
cuyo olor a café que provenía dentro invadía el lugar. No podía hacer nada, me di
la vuelta y solamente me marche con aquel ardor en el pecho.
Baje las escaleras del pórtico, una tras otra las rechinantes
escaleras anunciaban mis ida; como siempre un ritual que ya había adquirido,
tras varios pasos después del último escalón girar y mirar la segunda ventana;
por la misma donde se veía la cocina siempre podía ver un tenue beso de
despedida. Pero esta vez ni siquiera ocurrió.
Me marche lentamente, mientras lo hacía miraba el suelo; mi
ego totalmente destruido, mi método no había servido e incluso fue lo que desencadeno esto -¿Será acaso eso?- esto me
retumbaba en mi cabeza.
Pero, tenía que irme, era ya demasiado tarde; y aunque nunca
me importo esta vez lo estaba haciendo, tenía que tomar el autobús el cual me
llevaba al centro de la ciudad 2 horas por lo regular de viaje, por lo que me
serviría quizá para dormir, descansar un poco o siquiera pensar lo sucedido.
Pero algo rompió esa concentración; el sonar de un claxon me
hizo detenerme abruptamente, estaba casi por cruzar la calle y yo no me di
cuenta; -Estuvo cerca- pensé
Esta vez iba más atento, mirando a mí alrededor a las
personas, era noche, pero eso no quitaba que aun hubiera personas
“divirtiéndose” por la ciudad, parejas debajo de uno que otro poste de luz,
caminando solamente o en las sillas del parque platicando. Como los envidie ese
día.
Al llegar al paradero, me detuve; saque el cambio, lo conté
y me dispuse a pagar. Inmediatamente me fui para la parte de atrás del camión,
es de esos nuevos autobuses donde la mitad son “normales” y la otra mitad es un
largo asiento que recorre el autobús.
Me senté en el, no quería en esos momentos sentarme junto a
mi soledad. No me puse audífonos, ni siquiera pude sacar el celular para avisar
que ya iba en camino. -¿avisar, a quién?- vivía solo en un departamento ya no vivía
más con mis padres.
Miraba el suelo del autobús, estaba totalmente triste, no tenía
a donde mirar, y aquel silencio que solo lo opacaba el ruido del motor del autobús
me estremecía.
-¿Una noche difícil?- escuche
Levante la cara para ver quién era quien me hablaba; una
pareja sentada frente de mí, una mujer de unos 25 años acompañado de un joven
de la misma edad, pero ellos llevaban consigo un niño.
Me quede mirando por unos segundos, al parecer querían una
respuesta para su pregunta.
-Sí, va ser una larga noche- Respondí algo cortante
-No se preocupe, el plan de Dios es siempre poner muchos obstáculos
para que seamos dignos de entrar al cielo.- Respondió aquella joven.
-Pues al parecer conmigo no solo quiere que entre si no que
lo remplace del trono- Respondí muy sarcásticamente
-Descuida, en la vida habrá problemas que siempre se opondrán
a ti; pero sabiendo tomar tus decisiones llegaras a ser tan feliz como lo soy
ahora junto a mi esposa.-Me respondió el sujeto que iba con ellos.
Yo solamente me reí,
a decir verdad su estilo de apaciguarte era tedioso, por momentos recordé a mis
padres en sus años de novio, incluso la mujer era muy religiosa al igual que mi
madre y aquel sujeto callado pero al punto cuando hablaba, igual que mi padre.
Quedamos unos minutos callados cuando al parecer ellos se
levantaron.
-Bueno mi joven amigo, nos despedimos bajamos la siguiente
cuadra, esperemos y tus problemas se solucionen- dijo el muchacho tomando de la
mano a su mujer con aquel niño en los brazos.
Yo solamente asenté con la cabeza; y así el camión se detuvo
para posteriormente seguir con su viaje y aquellas dos figuras perderse en la
oscuridad de la noche.
Pasaron otros minutos de silencio, cuando sentí que jalaban
de mi saco; al darme la vuelta para mirar de que se trataba era un niño de unos
6 años tirando de mi manga.
-¿Qué pasa?- le dije
-Señor, no tendrá un dulce es que me siento mal, estoy
mareado- me respondió muy seguro
-Está bien, pero no quiero que me molestes más, ¿de acuerdo?-
-Si- Me dijo muy tranquilo
Leve mi mano a la bolsa de mi saco y busque una de las
pastillas para el aliento que acostumbro a comprar, esperaba que con eso ese
niño me dejara de molestar y así yo poder seguir con mi vida. Saque dos
pastillas y se las di, sin antes decirle de una manera muy fría –Ahora vete-,
lo que hizo que este niño se fuera para la parte de atrás del camión corriendo
con los dulces.
-Eres un gruñón sabes- Escuche muy cerca
-¿Qué acaso no me van a dejar en paz el día de hoy en este camión-
Me pregunte; y al mirar un muchacho de unos 19 años parado frente de mí.
-¿Qué quieres?, no me digas que tú también quieres dulces…-
le dije
-No, pero no tenías que portarte así con él, es un niño
sabes-
-Bueno y a ti eso en que te afecta, muchos de los niños me
caen simplemente mal-
-Eres un amargado- Me respondió muy tranquilamente.
-Déjame en paz, no pedí opiniones de los demás, a mí me
gusta ser así…
Escuche los pasos del muchacho mientras se iba para la parte
de atrás del camión, sin antes escuchar por última vez su voz y un leve: -“por
eso te dejo Jav”-
Cuando reaccione era demasiado tarde, el muchacho e incluso
aquel niño no estaban en la parte de atrás del camión, -¿Cómo sabia de Jav? Y quien
eran esas dos personas- Quizá sea el sueño y este imaginándolo todo, eso es más
probable a que las personas aparezcan y desparezcan de la nada.
-Eso no es cierto- Escuche
De nuevo al girar a ver de quien se trataba una chica de
unos 20 años sentada junto a mí; a primera vista parecía universitaria o algo así,
su vestimenta un poco descuidada, pero muy arreglada físicamente.
-¿Qué pasa?-pregunto
-No…nada…- respondí algo tonto
-¿nada? a mi no me engañan tan fácil y menos un extraño, explícate-
insistía
-Lo que pasa es que te me haces muy familiar, muy parecida a
alguien- respondí
-Seguramente a esa Jav-
-Sí, pero ¿Cómo sabes de ella?- Le dije asombrado
-Quizás sea por el sujeto que acaba de gritarte y no hace
mucho se bajó del camión-
-Oh, lo siento, pero vengo muy distraído
-Si de eso ya me di cuenta, pero cuéntame quien es Jav
-Es la persona de la que me enamore, de la que prometí un
futuro con ella pero… ya no más… terminamos- Le conteste mientras miraba el
suelo del autobús quizá por verguenza
-¿Y eso a que se debe?, bueno si se puede saber
-Mis malditos celos, arruinaron todo, una relación tan
perfecta, tan mía, la arruine y no quiso ya saber de mí, solamente rompimos y
todo fue un desastre
-¿Y porque no hablaste con ella en vez de malinterpretar
todo?, porque no simplemente hablaron
-No puedo, soy muy orgulloso como para rebajarme a ese nivel
-Que patético
-¡¿Qué?!- le pregunte mientras levantaba la mirada para ver
su reacción, pero ella ya no estaba. Y de un pequeño salto hacia atrás note
como el autobús iba vacio en su totalidad, nadie en la parte de enfrente –¿Estoy
solo con el chofer en el autobús?- Me dije cuando mire a una señora sentada
hasta atrás.
Me levante y acerque, y entonces le pregunte:
-Buenas noches, disculpe ¿De casualidad no ha visto a
alguien más en el camión?
-¿Qué? A que te refieres muchacho
-Que si acaso usted no ha visto a alguien más en el camión a
parte de mi
-Pues para serte sincera no estoy prestando atención
-Ya veo
-¿Por qué lo dices?
-No, por nada es que al parecer esta noche es de esas muy
raras
La señora se levantó y toco el timbre del autobús sin antes decirme;
-Se pondrá peor…- Pero al querer sujetarla para saber porque había dicho eso
ella bajo del camión y este arranco inmediatamente.
-¿Que rayos está pasando?- Me preguntaba así mismo mientras
regresaba a mi asiento y comenzaba a pensar en lo que había sucedido en el autobús;
veamos una pareja con un niño en brazos, un niño de 6 años, un muchacho de unos
19 y una chica de 20 y por ultimo una señora que sabe al parecer más que yo y
sobretodo lo mas extraño que aparecen y desaparecen de la nada.
-Si, en definitiva te estas volviendo loco.-Me decía una y
otra vez mientras miraba por la ventana.
Pasaron unos 10 minutos de silencio esta vez yo iba solo en
el camión cuando estuve cerca de mi departamento; me levante y toque el timbre,
inmediatamente baje y camine hacia los edificios. La ciudad estaba muy calada,
muy sola quizás era muy tarde o algo parecido, solo los faros eran los únicos que
alumbraban la calle.
Al llegar al edificio donde vivía note como el 5to piso
estaban encendidas las luces.
-No puede ser, ese es mi departamento,¿ acaso me estarán
robando?; valla noche- Me dije mientras me apresuraba para capturar al “ladrón”;
el elevador descompuesto –Mi suerte no puede estar mejor- Subí las escaleras
una tras otras, hasta llegar al 5to piso, allí la puerta estaba abierta y sin
temor alguno entre.
Pude ver una figura al otro lado de la cocina, no me
imaginaba que alguien entrara solo para robar comida, pero aun así me acerque
cauteloso. Pero al ir cada vez ms cerca note como ese aroma irreconocible, era
mi madre que estaba parada en la cocina sosteniendo unos papeles.
-Mama… que alivio me asustaste…-Le dije más tranquilo
Pero ella no contestaba, ni se movía…
-¿Mama, estas bien?- Le dije mientras me acercaba a ella.
Pero ella no se movía ni un centímetro, así que intente
tocarla el hombro quizás estaba “dormida” o algo parecido. Pero al intentarlo
hacer mi mano atravesó su cuerpo como si fuera una especie de humo.
-¡¿Qué pasa?!- Grite mientras lo hacia una y otra vez. Entonces
mi madre se movio hacia el teléfono y pude escuchar lo que platicaba con la otra persona.
-Si Jav, estoy en su departamento
-Ya encontró todos los papeles
-Si, sin tu ayuda no los hubiese encontrado nunca; muchas
gracias
-No tiene por qué agradecer, después de lo que paso
-Ya te dije que no fue culpa tuya lo sucedido
-Pero señora, no entiendo porque si su hijo era un necio no
fue para quedarse a platicar; si lo hubiese hecho…
-Debió de haber tenido sus motivos para irse, quizás quería pensar
las cosas.
-Pero ya escucho a los policías, fue un suicidio…
-Mi hijo no es capaz de hacer semejante cosa, así que no hay
que suponer lo que dicen eso hombres, estoy segura de que el no quiso lanzarse
en contra de ese auto afuera de tu casa…
-Lo se, lo se; pero extraño su presencia
-Todos hija…todos…
Devil Nt